Sabemos que el camino del emprendimiento es solitario, sí. Nosotros también lo recorremos cada día y entendemos ese sentimiento. Y cuando estás empezando una de las preguntas más difíciles de resolver es: ¿Cómo consigo plata para crecer? ¿Cómo compro ese horno que me hace falta, o más tela, o más inventario para mi negocio?
Por lo general, todos empezamos por el mismo lugar: con la plata de nuestros ahorros, con capital de un familiar que nos ha apoyado y nos quiere ver crecer, o con la plata prestada de alguno de nuestros amigos. Todo parece perfecto, hasta que estas fuentes de financiación empiezan a agotarse otra vez, y a veces, más rápido de lo que creíamos. ¿A quién acudir? Volver a los amigos sabemos que da pena, y además, no todos están en capacidad de prestarnos más. Volver a la familia a veces tampoco es una opción. ¿Quién más nos puede prestar plata? ¿Cómo tener capital para crecer?
Empieza la búsqueda en internet y las noches desvelados pensando que los ceros en la cuenta siguen disminuyendo y todavía faltan cositas para lograr todas esas ventas. Escuchamos en nuestra cabeza a algunos abuelos, profesores de nuestro colegio e incluso amigos quienes nos han repetido miles de veces que endeudarse no es una buena idea, que te genera compromisos a futuro, te ahoga, te limita. ¿Lo has escuchado también?
Pues bien, si este es tu caso, llegó el momento de romper esos mitos y de aprender de verdad sobre el endeudamiento: tener una deuda puede ser positivo, o negativo, dependiendo del uso que le des al crédito y del plazo de pago que tengas previsto para el mismo. Vamos a ir por partes:
USO
Cuando adquirimos una deuda para aumentar nuestros activos (o en palabras más cotidianas, para tener más recursos, maquinaria o insumos para producir) es positivo. Si estas inversiones, aumentan tus ventas, al final podrás cubrir las cuotas de tu crédito con la ganancia de las mismas y así aumentar tu productividad. Si por el contrario, utilizas el capital del crédito para darte gustos o mejorar temas que quizá pueden esperar un poco para tu negocio, podrá ser negativo.
TIEMPO DE PAGO
Al adquirir un crédito, fíjate especialmente en el valor de cuota que tendrás que pagar de manera mensual. Si puedes cubrir la cuota con tus ingresos, ¡estás en el lugar correcto! Tu misma producción cubrirá la deuda y en menos de lo que te des cuenta el crédito ya se habrá pagado y tendrás todos los activos a tu servicio.
1. Construyes un historial crediticio: incluso en los créditos más pequeños, o con tarjetas débito, se empieza a construir un historial de crédito con el cual podrás acceder a mayores préstamos cuando lo necesites. Piensa en el historial crediticio como una medalla invisible que le pones a tu negocio y que estará a tu favor cuando lo necesites.
2. Mejora tu flujo de caja: te permite tener gastos para tu negocio que de otra manera no podrías conseguir.
3. Demuestra tu empoderamiento sobre el manejo del negocio: una deuda bien manejada es la mejor demostración que conoces muy bien tu negocio y que puedes ponerlo andar en las mejores condiciones.
4. No necesitas más a tu círculo de amigos y familiares: si bien han sido un súper apoyo, ya no tendrás que recurrir más a ellos para poder tener capital que te ayude a seguir creciendo.
5. Te ayuda a impulsar tu crecimiento: una deuda te permitirá aumentar tu producción, potenciar las ventas probando nuevas estrategias (por ejemplo, arrancando dinámicas de pauta en Facebook y Google para conseguir más clientes), tener insumos para producir más, adecuar un local para la venta de tus productos y en definitiva, ¡vender más y tener más ingresos!